martes, 24 de enero de 2012

EL BUENO, EL FEO Y EL MALO

Me gustaría comentar algo sobre esta gran película, a la que rindo culto. Tengo que reconocer que me causan una envidia terrible, aquellos que no hayan visto todavía “El bueno, el feo y el malo”, así que, les aconsejo que no tarden mucho en verla, porque van a disfrutar de un espectáculo extraordinario.  Sobre el cine del maestro Leone, a quién venero cómo un ser supremo, se podrían escribir páginas y páginas, pero basta  con decir que desarrolló una nueva forma de narrativa cinematográfica  (que no es poco). Creó un estilo propio que fue copiado hasta la saciedad por un gran número de admiradores, pero con rotundo fracaso para la mayoría de ellos. El único que ha conseguido honrar al maestro y además, con admirable destreza, ha sido, ni más ni menos, que otro genio, Quentin Tarantino, el alumno más aventajado de la clase.

La dilatación de los tiempos narrativos, combinados con multitud de primerísimos planos (a una gran velocidad de montaje) y coreografiados con la épica y maravillosa música de Enio Morricone, recrearon los más fascinantes duelos bajo el sol de la historia del cine. Los planos estaban cuidados al detalle, tanto era así, que cada uno de ellos por separado podrían componer un cuadro de un tosco y peculiar estilo barroco. Además, Sergio Leone, tenía la habilidad de encajar, como si fueran piezas de un puzle, un gran plano general con un primer plano de unos ojos o de un rostro. Algo muy complicado de llevar a cabo si no se tiene un buen sentido narrativo.

“El Bueno, el feo y el malo” completa lo que se bautizó como “la trilogía del dólar”, junto con “La muerte tenía un precio” y “Por un puñado de dólares” De ellas surgió un nuevo icono del cine, “el hombre sin nombre”, un personaje rudo, de pocas palabras y mirada de hielo, arquetipo de antihéroe, que lanzó al estrellato al actor que lo interpretaba, Clint Eastwood. Es una película que contiene todos los elementos del sello inconfundible del maestro Leone, con un duelo final épico y memorable acompañado por la archiconocida banda sonora de Morricone, y que, como curiosidad, ha sido utilizada como introducción en numerosos conciertos de Metallica.

Os invito a que disfrutéis de ese extraordinario duelo final (abstenerse los que no hayan visto la película).



6 comentarios:

  1. Que tres magníficas películas. La filmografía de este director no tiene desperdicio

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  2. Sigo tu consejo! Llevo tiempo queriendome poner a ver esos míticos duelos al sol. Espero que sigas con más análisis de películas!

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  3. Gracias! por esta fantástica entrada.
    Me ha encantado.
    Y gracias por hacer referencia a esta maravilla cinematográfica.
    Tuve la oportunidad de verla, por primera vez, cuando comencé a amar el cine, con 15 años, y jamás olvidaré la sensación que me dejó, en concreto cuando "El Feo" llega, por fin, al cementerio y comienza a sonar, con la primera campanada, "The Ectasy of Gold".
    ¡Qué momento!.
    Verla en cine (tuve la oportunidad este verano pasado) es absolutamente indescriptible.
    Obra Maestra y Clásico para todos los tiempos.
    Sigue así!!!

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  4. Eres un crack,me encanta la manera con la que describes algunos detalles de estos clasicos del western, el blog mola,voy a volver a verlas todas...!!!

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  5. Maravillosa película, pero la música también influye para que sea una gran obra ¿no? A mí personalmente me parece genial, como casi todas las de Morricone.

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  6. Me llama la atención la versión original, es en italiano y es realmente divertido escucharles...

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