jueves, 15 de marzo de 2012

EL GOL DE INIESTA Y OTROS HÉROES

Me vais a disculpar pero voy a abandonar un momento la cultura por el futbol, sin que sirva de precedente (o si), pero lo hago para hablar de un conocido personajes de novela, el antihéroe.


11 de Julio de 2010. 22:55 de la noche. En un bar cualquiera de París, cerca de la Gare de Montparnasse, encontré un lugar apacible lejos del mundanal ruido de la abarrotada plaza de Trocadero, donde miles de personas se apretujaban alrededor de una pantalla gigante por la que retrasmitían un partido de futbol. Un bar cualquiera que podía haber sido otro. Allí encontré la tranquilidad suficiente para ver la final del mundial de Sudáfrica.

Johannesburgo. Estadio Soccer City. Segunda parte de la prorroga. Minuto 115. Resultado 0-0. Juega España contra Holanda. A solo cuatro minutos del final, Iniesta recibe un pase de Fabregas en el área de los holandeses. Un segundo de silencio. Máxima expectación. La tensión es insoportable. El corazón en un puño. El sonido de un murmullo producido por 47 millones de gargantas se eleva a cada segundo. Iniesta chuta. ¡¡Es Gol!!

La locura se desata. El éxtasis elevado a la máxima potencia.  España es la campeona del mundo por primera vez en su historia. Iniesta y sus 21 compañeros, junto al entrenador Vicente del Bosque, se convierten desde ese mismo instante en los héroes deportivos para un país acostumbrado al fracaso. Los aficionados al futbol asistíamos cada cuatro años con resignación, como nos apeaban del mundial (casi siempre) en cuartos de final de todas las formas posibles. Por mala suerte, por robo arbitral o porque los astros se alineaban en contra de la selección, el caso es que ese partido lo jugábamos como nunca y lo perdíamos como siempre. Por fin, el 11 de julio se rompió el maleficio (aunque ya se había roto en la anterior Eurocopa). Iniesta se convirtió en “Iniesta de mi vida”, según José Antonio Camacho, en el momento en que fuera de sí, celebraba el ansiado gol en la retransmisión que hizo Telecinco del partido. Todo el mundo pudo verlo,  Camacho se abrazaba al comentarista Paco González, después se giraba hacía su mujer, situada unos pocos asientos atrás, y la decía con la mirada y los puños levantados que por fin, que después de tantos años de dolorosas eliminaciones la selección española había conquistado el máximo premio futbolístico posible. Además, realizando un juego admirado y reconocido por todo el planeta futbol. Toda la gloría para ese maravilloso equipo.

Es curioso, porque Camacho había participado, como jugador, en unos cuantos de esos mundiales que tuvimos que abandonar antes de tiempo con el rabo entre las piernas. En ese momento me di cuenta que lo de Iniesta no tenía tanto mérito como lo de José Antonio. Un jugador como Andrés, que lo ha ganado todo, no sabe lo que es salir por la puerta de atrás con la decepción de millones de aficionados sobre la espalda. Esa pesada carga si la ha soportado Camacho y más de una vez.  Hierro, Zubizarreta, Rincón, Gordillo, Butragueño, Bakero, Arconada, Juanito, Carrasco, Quini, por citar algunos de estos buenísimos jugadores que alguna vez vi salir del campo totalmente abatidos, derrotados, hundidos. Sus ojos vidriosos, por los que a veces se escapaba alguna lágrima traidora,  delataban la debilidad de estos guerreros que legaron a la selección el merecido nombre de “la furia española”. Formaron, durante años, equipos que no jugaban el futbol primoroso que tejen los Xabi, Iniesta, Casillas, etc. pero que con su garra y entrega nos hacían creer que eran imbatibles, que eran capaces de superar cualquier obstáculo por imposible que fuera (véase el 12-1 de España a Malta), héroes con pies de barro que la selección alemana, italiana y brasileña (incluso a alguna vez la coreana o nigeriana) se encargaban de devolverles a sus sitio, su lugar entre los mortales, entre los perdedores. Por eso nunca perdieron la humildad y con ella como bandera se levantaban una y otra vez, llenos de rabia, llenos de ilusión, dispuestos a ganar la Eurocopa, el Mundial o lo que se terciara, y de nuevo a morder el polvo. Ellos fueron los Cyrano de Beregerac, Don Quijote, Rick (Humphrey Bogart en Casablanca) o Danny (Woody Allen en Broadway Danny Rose) del futbol, los antihéroes del mundo de ficción que pueblan el cine, el teatro y la literatura, aquellos personajes con grandes virtudes, que se comportan de forma noble y honrada para que luego venga el listo y les robe a la chica.  La grandeza de estos jugadores es mayor que la de Iniesta, Xabi o Casillas, por muy buenos que sean estos, porque supieron levantarse, sacudirse y volver a luchar con coraje y nobleza, sin miedo a perder otra vez. Ahí es de donde nacen los verdaderos héroes, del polvo de la derrota.

Por eso la felicidad tras ganar el mundial no fue completa, echaba de menos algo, echaba de menos a esos locos románticos del futbol, a esos perdedores valientes, echaba de menos el sabor amargo de la derrota injusta. Aunque todo sea dicho, las mieles de la victoria tampoco saben mal. Pero mejor no acostumbrarse, por si acaso.

Mi homenaje a estos luchadores con este video. Partido épico, digno guión de la mejor de las novelas de aventuras, España necesitaba un milagro que la clasificara para la Eurocopa de Francia de 1984, ganar con una diferencia de 11 goles o más a Malta para superar en el golaveraje a Holanda. 



3 comentarios:

  1. Ese día teníamos un "bufet" en casa para ver el partido con familia y amigos. Hicimos hasta una porra, que por cierto, ganó el más joven del grupo sin ni siquiera haber nacido (¡ni mucho menos!) cuando se jugó el mítico España-Malta. ¡La suerte! ¡El destino!, yo qué sé. Pero acertó. Y los demás, disfrutamos del partido, mucho más que cuando la goleada a Malta (por ser más jóvenes).

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  2. Por cierto, se me ha olvidado decirte que recuerdos como éste me hacen sentir más vieja, así que, escribe sobre algo de actualidad, si es posible para que mi autoestima no se resienta.

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  3. Con siete años creí que era una proeza, algo inigualable... aunque mas tarde, cuando te enteras que era un equipo formado por fontaneros, albañiles y electricistas "aficionados" comparable a cualquier equipo de 2ª regional en Extremadura, te das cuenta de que no es realmente una proeza... en su día fue bonito y emocionante, aunque lo de "Don Andrés" será eterno!! único... no quiero ni pensar si ese gol lo marca Raulito Gonzalez... mejor no meterse en ese tipo de camisas.. o si??

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