jueves, 2 de agosto de 2012

CRÍTICA DE “EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE”



Después del éxito de crítica y público obtenido por “El caballero oscuro”, las expectativas puestas  en esta tercera entrega eran elevadas, y ya se sabe lo que ocurre al salir de la sala cuando se espera presenciar una película magistral; una terrible decepción. En estos casos, un buen ejercicio sería dejar enfriar las primeras y apasionadas impresiones para más adelante analizar el film desde cierta distancia y sin prejuicios, de está manera podremos valorar en sus justa medida la obra. Esto se podría llevar a la práctica con la última entrega de Batman, “El caballero oscuro: La leyenda renace”, mejor juzgarla pasado unos días, que no enredarse en comparaciones precipitadas con su predecesora, pues cometeríamos el error de infravalorarla.

Tenemos ante nosotros una película trepidante, aceptable conclusión a una memorable trilogía. Sin embargo, parece cometer el error en el que cayeron otras obras de acción que pusieron fin a una saga; una excesiva épica, un tanto forzada, que obliga a disponer sobre el terreno a dos ejércitos innecesarios (y menos cuando se trata de un superhéroe solitario) enfrentados en una batalla final que desequilibrará la balanza entre el bien y el mal. Pero para el director (Christofer Nolan) esto parece tener una razón de ser, un guiño ambiguo a los movimientos del 15-M, aunque no deja claro si está a favor o en contra. Que los malos sean aquellos que inician la revuelta con un vestuario que los confunde con terroristas musulmanes, da que pensar. Por el contrario, parece que se deleita en los juicios, dirigidos por el pueblo, contra las elites sociales (banqueros, políticos, etc.), remarcando el hecho de que no son estas las que salvan Gothan, sino Batman, Catwoman, un científico y un par de policías honrados. Por tanto, tampoco se puede decir que Nolan se incline a favor del otro bando, el capitalista.

Los momentos de acción desbocada (a veces excesiva) alternan con otros que pausan demasiado el film y desorientan al espectador. No se sabe muy bien, donde  se quedaron Catwoman o Batman minutos después de desaparecer, esto revela saltos en la continuidad de la narración. Quizás, si se redujera el exceso de metraje podrían disimularse esos huecos vacíos que deja la película.

Motivo de opiniones enfrentadas y comparaciones con Joker será la aportación al film del villano, Bane. En mi opinión, una gran interpretación a cargo de Tom Hardy, que con una presencia imponente dota de fuerza a las escenas en las que aparece. Sin embargo, su enorme figura de gran depredador parece disminuir al final de la película tornándose en un manso gatito, que, para ser justos, parece más un momento de desgana del guionista que demérito del actor.

Es cierto que se puede elaborar una lista con más aspectos negativos que positivos sobre el film, pero no cabe duda de que no hayamos ante una obra diferente de lo visto hasta ahora, en cuanto a personajes de comics se refiere. Nunca se había dado tanta importancia al aspecto psicológico del superhéroe, no se había adentrado tanto en el interior del personaje y en su historia como para que el espectador fuera testigo de sus miedos y contradicciones. “El caballero oscuro: La leyenda renace”, es una buen ejercicio de acción que entretiene, cautiva y envuelve en una halo de misterio a Batman, como ninguna otra película o serie realizada por otro director, sobre este personaje, ha conseguido.



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